Las tensiones en el estrecho de Taiwán escalaron significativamente tras el anuncio de China sobre el inicio de ejercicios militares conjuntos en las proximidades de la isla. Estas maniobras, que involucran a diversas ramas de las Fuerzas Armadas chinas, se producen en un contexto de creciente preocupación regional y tras declaraciones de Estados Unidos que fueron interpretadas como un respaldo a Taiwán. La situación plantea interrogantes sobre la estabilidad en la región del Indo-Pacífico y el futuro de las relaciones entre China, Taiwán y Estados Unidos.
China desplegó su Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Fuerza de Misiles en una serie de ejercicios militares que se desarrollan en las aguas y el espacio aéreo cercanos a Taiwán. El Comando del Teatro de Operaciones Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) detalló que estas maniobras se centran en una variedad de operaciones, incluyendo patrullas de preparación para el combate marítimo-aéreo, la toma conjunta de la superioridad total, el asalto a objetivos marítimos y terrestres, y el bloqueo de áreas clave y rutas marítimas. El objetivo declarado de estos ejercicios es poner a prueba y mejorar la capacidad de operaciones conjuntas de las tropas chinas.
El EPL caracterizó estas acciones como una "severa advertencia" y una "contundente medida disuasoria" dirigida a las fuerzas separatistas que promueven la "Independencia de Taiwán". En su comunicado, el EPL argumentó que estas maniobras son una acción "legítima y necesaria" para salvaguardar la soberanía y la unidad nacional de China, reafirmando la postura de Beijing de considerar a Taiwán como parte inalienable de su territorio.
El contexto regional en el que se desarrollan estos ejercicios es crucial para comprender su significado. Se producen días después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, realizara una visita a Asia, durante la cual se comprometió a contrarrestar lo que describió como la "agresión china" en la región del Indo-Pacífico. Estas declaraciones fueron interpretadas por algunos analistas como una señal de un mayor compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Taiwán.
¿Cuál es la postura de Taiwán?
Taiwán, por su parte, ha estado observando con creciente preocupación la evolución de la política exterior de Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump. La política de "Estados Unidos primero" y el enfoque en contrarrestar las ambiciones de China en el Indo-Pacífico generaron incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Taiwán y su principal socio de seguridad.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó sobre la detección de una significativa presencia militar china en las cercanías de la isla. Según sus reportes, se identificaron 71 aviones militares chinos y 13 buques de guerra del EPL operando en la zona, así como un grupo de buques de guerra liderados por el portaaviones chino Shandong en el Pacífico occidental. Esta demostración de fuerza por parte de China ha generado una respuesta de Taiwán, que ha elevado su nivel de alerta militar.

Xi Jinping y Donald Trump, atentos a lo que ocurre con Taiwán
Joseph Wu, secretario general del Consejo de Seguridad Nacional de Taiwán, expresó su condena a los ejercicios militares chinos, calificándolos de "imprudentes" e "irresponsables". Wu ha enfatizado que estas acciones no solo representan una amenaza directa para Taiwán, sino que también ponen en peligro la paz y la estabilidad en toda la región del Indo-Pacífico.
China considera a Taiwán como una provincia rebelde que debe reunificarse con el continente, por la fuerza si es necesario. Taiwán, por su parte, se autogobierna como una democracia próspera y vibrante, con un sistema político y social muy diferente al de China. La mayoría de la población taiwanesa no desea ser gobernada por China y defiende su derecho a la autodeterminación.
Además de los ejercicios militares, la Guardia Costera china también anunció el inicio de "patrullas policiales" en las aguas que rodean a Taiwán. Estas patrullas incluyen simulacros de interceptación y detención de "embarcaciones injustificadas", lo que añade una nueva dimensión a las tensiones en la región.
Estos eventos se suman a una serie de incidentes recientes que han contribuido a elevar las tensiones en el estrecho de Taiwán. Entre ellos se incluyen la detención por parte de Taipéi de un carguero chino por presuntamente cortar un cable submarino de internet y la deportación de un influencer chino por respaldar públicamente una toma militar de Taiwán.